Qué ver y hacer en la costa oeste de Dinamarca (Jutlandia y alrededores)

Nuestro sobrino nos había pedido llevarle este verano a Legoland… y su madre quería que aprovecháramos el viaje para pasar unos días más y conocer algo más de Dinamarca. Viendo el mapa y haciendo cálculos, decidimos que ir desde Legoland a Copenhague sería demasiado, casi 5 horas en coche. Al viajar con un niño de 7 años, optamos por distancias más cortas y un máximo de una hora y media de coche por trayecto. Por lo que así fue que acabamos dos días recorriendo en coche la costa oeste de Dinamarca, la península de Jutlandia y alrededores. Posiblemente una de las zonas menos visitada por los turistas extranjeros.

Si estáis organizando una escapada, una ruta en coche o buscando ideas para un viaje a Dinamarca, os dejamos una lista con 15 sitios que vimos y cosas que hicimos en esta región de Dinamarca. Nos sorprendió mucho y para bien. La verdad que nos resultó una zona muy preparada para viajar con niños, con perros, bicicletas e incluso para ir de camping. Digamos que hay un poco de todo para todo el mundo ; )

¿Qué se puede ver y hacer en la costa oeste de Dinamarca y en la península de Jutlandia?

1. Ir al parque de Legoland y a la Lego House en Billund.

Un viaje con niños a Dinamarca seguramente incluya uno o dos días en el parque de Legoland en Billund. Éste era el motivo principal de nuestro viaje. Legoland está ubicado en la península de Jutlandia, casi casi en el centro. Lo que lo convierte en un buen punto de partida para los siguientes días de ruta conociendo esta parte de Dinamarca. Es un parque dedicado a las construcciones Lego que cuenta incluso con numerosas atracciones. Sí, prácticamente todo está hecho con piezas de Lego. Y sí, también vale la pena ir aunque uno no sea sea tan niño!

Aquí tenéis el enlace al POST Guía para viajar con niños a Legoland, con información práctica para preparar vuestro viaje ; )

Así es la entrada al parque de Legoland! Lo más de lo más!
2. Ir al faro de Blavand, el punto más oeste de Dinamarca. 

Se puede subir al faro por unas 50 coronas por persona. Nosotros nos dedicamos a contemplar la espectacular playa de Blavand desde las dunas y bajo del mismo faro.

Punto más oeste de toda Dinamarca.

Para llegar a este faro hay que cruzar el pueblo de Oksby. Digamos que es como el pueblo de veraneo de los daneses. Vimos numerosas tiendas, bares y mucha gente paseando! Un ambientazo que no habíamos visto por los pueblos que habíamos cruzado hasta el momento. Si queréis alquilar unas bicicletas para pasear, este es un buen lugar. No os será nada difícil encontrar una tienda de alquiler de bicis.

Este pueblo parecía el Benidorm danés ; )

Si no llegáis hasta Blavand pero os gustan los faros, no os preocupéis ya que encontraréis otros más en ruta por la costa oeste de Dinamarca, como por ejemplo el de Lyngvig Fyr ; )

3. Ver búnkers de guerra convertidos en arte.

Dinamarca estuvo ocupada por los nazis durante las 2ª Guerra Mundial. Se calcula que hay más de 7000 bunkers de cemento en toda la costa danesa. Nosotros por la cercanía con el faro de Blavand, nos paramos en los bunkers conocidos como “bunker mules”. Estas estructuras de cemento fueron “reconvertidos a mulas” en 1995 por el escultor Bill Woodrow con motivo de la celebración del 50 aniversario del fin de la 2ª Guerra Mundial. La misma playa donde están estos búnkers es un claro ejemplo de lo kilométricas que son las playas de este país. Pasear por ella no tiene desperdicio!

Elementos de guerra convertidos en arte!
4. Ir a alguna playa de esta infinita costa oeste.

Las playas de la costa oeste de Dinamarca son kilométricas y espectaculares. Arena fina, dunas, sin construcciones alrededor, extensas y nada concurridas… Es cierto que no es país que su reclamo turístico sea sol y playa como en España… pero vale la pena acercarse a algún punto costero para disfrutar de la playa. Hay muchas familiar que van a pasar el día, a hacer construcciones con la arena y a jugar con las cometas. Vale la pena ir a la playa aunque sea solo por ver el atardecer!

Dunas y playas kilométricas…
5. Fotografiarse con las esculturas de “Men by the sea”.

Estaba lloviendo bastante y estábamos conduciendo sin un destino fijo… Sin planearlo demasiado acabamos en la ciudad de Esbjerg, bastante residencial y con un puerto industrial del que salían plataformas petrolíferas flotantes. Ahí hicimos parada en las esculturas llamadas “Men by the sea”. Son cuatro enormes moles blancas que miran al horizonte… No sé si nos gustaron mucho, aunque son dignas de haber salido en la película de Prometeus… ; )

¿Son raras o no?
6. Cruzar a la isla de Langli.

A esta isla se puede llegar a pie cuando la marea está baja. Supuestamente entre mediados de julio y mediados de septiembre es la época adecuada. Es una especie de lengua de arena que sirve como hábitat a numerosas especies de aves. Creíamos haber entendido también que se podían ver focas en libertad. Pero nos resultó imposible encontrar una oficina de información turística que nos diera más información al respecto y que nos explicara algo más sobre las mareas… Así que pasamos de largo el pequeño pueblo que da acceso a esta peculiar lengua de arena. Una pena nuestra mala organización y no haber encontrado más info.(Si tenéis más ganas de investigar y lo lográis, contádnoslo por favor!)

7. Probar la gastronomía local.

Cuando estuvimos en el animado pueblo de Oksby nos cayó un aguacero y nos resguardamos en un coqueto restaurante. Era domingo y nos dimos el lujo de comer en una especie de marisquería. Aprovechamos para comer pescado, salmón y cangrejos de la zona. Toda una exquisitez que nos costó unas 130 coronas por persona… ni tan mal!

No pude averiguar que tipo de pescado era… Pero no tenía mala pinta, no?
8. Alojarse como un local en alguna típica casa danesa.

Elegimos la plataforma Airbnb para alojarnos en la casita de invitados de una encantadora familia y que nos acercó un poco más a la idea que teníamos de dormir en una casa danesa. Estaba ubicada en medio de campos de cultivo y donde sí o sí era necesario tener coche. Estaba muy cerca de la costa y de varios puntos de interés de la zona. Por lo que nos pareció ideal para seguir con nuestra ruta por Dinamarca. Un dato, en la mayoría de casas de la región que estuvimos mirando, las toallas y las sábanas te las cobraban extra. Algo curioso, no?

¿Qué os parece nuestra casita danesa? Si os interesa esta misma, escribidnos para que os pasemos el contacto ; )
9. Parar en el pueblo de Nymindegab y acercarse a su lago.

Era el pueblo que más cercano nos quedaba a nuestra casita de Airbnb. Tenía bastantes comercios e incluso un hotel. Además hay un museo con los huesos de una ballena que encalló en su costa años atrás y un molino muy característico de la zona. (Marc pensó que era un dinosaurio… que bajón!)

También el pueblo cuenta con un muelle desde el que los pescadores y la gente local dan paseos en barco por el Ringkobing Fjord. De hecho, si os animáis, en la entrada de Nymindegab hay una tienda donde podéis alquilar tablas de paddle surf.

Como unos buenos «ratunis» hicimos la foto desde fuera…
10. Visitar el pueblo pesquero de Hvide Sande.

Un plan es acercarse a la playa de Hvide Sande y contemplar los inmensos tres molinos que generan electricidad para esta localidad. También es fácil quedarse atónito ante los valientes surfistas que se atreven a entrar en el agua… En los alrededores del pueblo hay varias escuelas de surf y de kite surf. Por lo que entendemos que esta zona es bastante popular entre la gente que practica estos deportes.

Nuestro mapa tenía varias focas dibujadas en la entrada del puerto del pueblo. Fuimos en su búsqueda y no tuvimos mucha suerte… A pesar de que nuestra casera nos había recomendado parar en este pueblo y pasear por el puerto, nos cayó otro aguacero que nos obligó a salir huyendo…

Los surfistas aquí no temen al frío…
11. Conducir por la carretera paralela a la costa y divisar las “marcas” rojas de las dunas.

Son unas peculiares construcciones de madera de color rojo que servían de referencia a los pescadores y navegantes. De las 5 que nos marcaba nuestro mapa, llegamos a ver 4 de ellas. Queríamos haber parado en alguna de ella para subirnos y hacer una foto de las vistas… Pero las que vimos están en medio de las dunas con un acceso complicado… Por lo que acabamos abortamos la misión de la foto… Pero bueno, no deja de ser un juego para entretener a los niños en el coche ; )

Todas son rojas pero cada marca tiene una forma diferente.
12. Ir al mirador de Elipsebroen en el lago Filso.

Esta plataforma – mirador permite adentrarse en un pedacito de “albufera” y contemplar desde cerca numerosas aves y plantas. (Si podéis, llevaros prismáticos). Años atrás toda la zona estaba formada únicamente por campos de cultivo. Desde hace menos de diez años se está llevando a cabo un programa de recuperación y compra de campos a sus dueños para volver a convertir el terreno en un humedal y proteger así las especies autóctonas y aquellas que pasan por aquí en su ruta migratoria. Todo un ejemplo!

El mirador es una elíptica completa!
13. Conducir dirección norte y llegar a Thyboron, donde el mar del Norte frena a la carretera.

Hay que decir que antes de llegar a este pueblo, nos llamó mucho la atención los enormes molinos de viento que hay en medio del lago – fiordo. De hecho, se calcula que en 2020 la región de Jutlandia podrá abastecerse de energías renovables. Otro gran ejemplo!

Una vez en el pueblo hay varias actividades a hacer. Uno de los museos más importantes de este pueblo es el museo de la 1ª Guerra mundial. Justo enfrente de su costa y al aire libre, hay un memorial en honor a los soldados abatidos en la trágica batalla naval de Jutlandia de 1916 en la que murieron miles de hombres. Podréis ver 25 esculturas en honor a los 25 barcos hundidos…

Memorial park de Jutlandia

Lo que más nos llamó la atención y quizás por la que condujimos hasta aquí, era la opción de ver focas en libertad. En los alrededores de la playa o del mismo muelle nos comentaron que era posible. Cosa que no logramos, para variar…. Otra opción es contratar un tour para salir en su búsqueda. En el Jyllands Akvariet, una especie de aquarium-museo, encontraréis información de las salidas en barca, o de las salidas en una especie de «bus – tractor» que cruza las playas hasta las lenguas de arena con la marea baja en busca de estas focas en libertad. (El precio, si no recuerdo mal, ronda al cambio los 25€ por persona y es una hora de excursión aproximadamente).

Lo mejor – y claro que no es el aquarium- es la réplica de ballena y su historia que hay fuera.

Más tarde nos enteramos que esta empresa también organiza salidas desde Hvide Sande. No acabamos de entender el funcionamiento de esta especie de museo. En su página web se definen como «creadores de experiencias naturales», pero anuncian actividades como dar de comer a los peces del aquarium… Que cada uno saque sus conclusiones…

14. Perderse en la carretera en busca de la casa más fotogénica.

Nos llovió con regularidad estos dos días de ruta que estuvimos en la zona. Lo que hizo que nos fuéramos moviendo en coche más de lo que habíamos planeado al principio del día. Al final cruzamos diferentes y curiosos pueblos y vimos numerosas casa muy distintas a las que estamos acostumbrados a ver. Descubrimos por decirlo de alguna manera, la arquitectura danesa ; )

15. Hacer alguna excursión en bicicleta.

En gran parte de la zona de la costa y alrededores es muy fácil encontrar senderos con ciclistas, gente paseando sus mascotas e incluso gente haciendo excursiones a caballo. Hay que decir que casi toda esta zona es plana, verde, con numerosos lagos y bosques. Con lo que si el día acompaña seguro que es una muy buena opción para los que disfrutan pedaleando o paseando en plena naturaleza. Nosotros cruzando en coche uno de estos bosques llegamos a ver varios ciervos ; )


Hemos estado en Dinamarca y no hemos pisado Copenhage como la gran mayoría de turistas que visitan este país. Sin embargo, hemos recorrido gran parte de su costa oeste, en tan solo dos días y con nuestro sobrino de siete años, y nos ha resultado un buen plan para complementar nuestra visita a Legoland.  : ) 

Si estáis preparando una ruta en coche por Dinamarca, acordaros de la costa oeste porque vale mucho la pena!


Si buscáis más planes o ideas que hacer, os dejamos el link al post de una amiga que estuvo en la zona con su bebé en 2016. Encontraréis información de parques, actividades y otros lugares también interesantes ; )

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