La Graciosa es una pequeña isla de menos de 30 km2 situada al noreste de Lanzarote. Sólo hay dos pueblos y es la menos poblada de las ocho islas habitadas en el archipiélago canario. Algunos lo consideran islote, otros isla…. Apenas tiene 600 habitantes y no hay ni una sola carretera asfaltada!
Fue el primer sitio que fuimos a visitar durante nuestra estancia en Lanzarote. Todos nuestros amigos locales nos lo habían recomendado encarecidamente y no nos defraudó.
Al llegar a la isla tenéis varias opciones. Hay varias rutas que recorren la isla. Es una isla prácticamente desierta y sin construir. Al Sur encontraréis varias playas de arena, como las de La Cocina o la de La Francesa. Sólo encontrareis construcciones en los dos pueblos que hay, en el mismo puerto y detrás en los alrededores. El resto es todo virgen.
Nosotros optamos por ir caminando por una de las rutas que va paralela a la costa oeste de la isla. Durante el camino hay varias playas donde uno puede darse un chapuzón o pararse a tomar un poco el sol. También está la opción de que alquiléis una bici para recorrer la isla y podáis acercaros un poco más a los cráteres volcánicos que hay. Pero olvidaros de moveros en coche por esta pequeña islita…
Durante la estación de verano se puede acampar en la isla, sólo hay que pedir el permiso correspondiente. Así que si estáis pensando ir en verano puede ser una gran opción quedarse unos días de camping en la isla. Nosotros visitamos La Graciosa en Febrero así que aún no había gente acampando en la isla y la isla estaba aún más tranquila de lo habitual.
Si vais a hacer como nosotros e ir a pasar el día allí la mejor opción para comer es en uno de los varios restaurantes que hay en el mismo puerto. En la mayoría encontraréis pescado fresco muy rico y los precios tampoco son muy abusivos para tratarse de una isla tan pequeña.
En definitiva os recomendamos que al menos le dediquéis un día a esta isla. La paz y tranquilidad que se respiran en esta diminuta isla es increíble. Daos un paseo por la isla y perderos un poco por las cuatro calles que forman este característico entorno.
¿Cómo llegar a La Graciosa?
Para llegar a La Graciosa hay que conducir hasta el pueblo de Órzola. Una vez allí, podéis aparcar el coche en el mismo pueblo. Si no encontráis hueco en la calle veréis que hay varios parkings privados en los que podéis dejar todo el día el coche por un módico precio.
Una vez que hayáis aparcado tenéis que agarrar uno de los ferrys que salen cada poco tiempo. El viaje en ferry hasta La Graciosa es de unos 25 minutos. El trayecto en sí mismo es muy bonito. Al poco de salir del puerto, el ferry gira hacia la izquierda para encarar hacia la isla y pasa justo por debajo de los acantilados de la zona norte de Lanzarote y cruza por el estrecho que se conoce como el Río. De hecho, en la cima de los acantilados se encuentra el Mirador del Río, que fue obra del famoso arquitecto y artista local César Manrique. Las vistas son asombrosas: a un lado los inmensos acantilados de roca negra y al otro la pequeña isla de La Graciosa con su extensa planicie y su cráter en medio…
Imaginamos que sí estáis leyendo este artículo es porque estáis planeando visitar el archipiélago canario. En ese caso os interesará leer el POST Lanzarote, la isla de los volcanes.